Dinosaurios
Protoceratops
 

Protoceratops "Primera Cara con Cuernos" es un género de dinosaurios ceratopsianos protoceratópsidos, que vivieron en el Cretácico superior, hace aproximadamente 85 y 71 millones de años, en el Santoniano y el Campaniano, en lo que hoy es Mongolia.

Era un pequeño dinosaurio, apenas mayor que un perro grande, llegaron a medir 2 metros de longitud y a pesar 180 kg. A pesar de su fiero aspecto, con su maciza cabeza, su gran boca en forma de afilado pico y su gran coraza ósea que protegía el cuello, sólo se alimentaba de plantas. Avanzaba sobre cuatro patas, podía correr con rapidez. Alrededor del cuello tenía una coraza que crecía a medida que el dinosaurio envejecía. Esta placa, le protegía de los ataques de los dinosaurios carnívoros. Los machos también la usaban como adorno para atraer a las hembras al principio del período de apareamiento.

La coraza les hacía parecer grandes y poderosos, lo que ahuyentaba a los machos rivales. Tenía unos músculos grandes y potentes en la mandíbula, que le ayudaban a arrancar las hojas duras y las plantas leñosas con su pico curvo. A continuación desmenuzaba las plantas con sus dientes parecidos a tijeras. En 1922 una expedición científica en el desierto de Gobi, en Mongolia, desenterró algunos de sus huevos, los primeros huevos de dinosaurio que se encontraron. Este descubrimiento demostró por primera vez que los dinosaurios eran ovíparos. Hasta entonces nadie sabía si se reproducían como los cocodrilos y los lagartos, o si parían crías ya formadas, como los mamíferos. En un nido se encontraron 30 huevos.

Los científicos creen que el mismo nido era compartido por dos o más hembras, esto explicaría la gran cantidad de huevos. Tenían que defender sus nidos de los depredadores como el Oviraptor. Los huevos de dinosaurio eran un manjar ideal para este animal. Junto a un nido se encontró un esqueleto fosilizado de Oviraptor con el cráneo aplastado. Quizá un padre enojado lo mató cuando intentaba saquear el nido. Se han encontrado varios nidos muy próximos, lo que parece indicar que vivían en grupos familiares o pequeños rebaños.

Una vez finalizado el desarrollo, las crías que salían del cascarón medían unos 30 centímetros de longitud. Las hembras adultas llevaban alimento al nido hasta que los pequeños crecían lo suficiente para buscarlo por sí mismos. Los huevos hallados en Mongolia abarcan diferentes tipos y tamaños. Algunos de los adultos variaban ligeramente. Los científicos creen que esto se debe a que los machos eran mayores y tenían la cabeza, la coraza y la cresta del lomo más grandes que las de las hembras.