Asesinos Seriales
Harvey Murray Glatman
 

Harvey Murray Glatman conocido mejor como "el asesino feo" nació en el Bronx el 10 de diciembre de 1927, pero creció en Colorado. Fue uno de los asesinos en serie mas conocidos durante la década de los 50´s en Estados Unidos.

Desde muy temprana edad exhibió un comportamiento antisocial y sadomasoquista, pero su principal característica radicaba en que se trataba de un tipo literalmente feo. Tenía unas orejas descomunales y muy separadas del cuerpo, las facciones caídas, ojos saltones y una boca grande.

Fue objeto de burlas por parte de sus compañeros de escuela e incluso de familiares que desde pequeño le pusieron apodos como "el monito", "el gorilita", "el feo". Poco a poco fue incubando odio y al ser rechazado por las mujeres se frustró sexualmente y recurrió a prácticas onanistas, pero carecían de erotismo e intensidad.

Pero masturbarse no era suficiente, necesitaba el contacto humano, por lo que inicio a robar bolsos de sus compañeras de colegio para leer sus agendas y creaba unas fantasías que sabía nunca se harían realidad.

A los 17 años hizo una replica de revolver que usaba para apuntarle alguna una chica que se encontrara en sitios aislados con el objeto de obligarlas a quitarse la ropa para observarlas, no intentaba nada mas. Pero solo le otorgaba unos minutos de goce, y comenzó su afición por la fotografía. Sacaba fotos a escondidas y con sumo cuidado iba pegando estas fotografías en las paredes de su habitación.

En 1945 en Colorado fue acusado por intento de robo, menos de un mes después, estando en libertad bajo fianza en espera de juicio, secuestró a una mujer y la violó. La mujer fue a la policía, y Glatman fue a prisión durante ocho meses.

En 1946 se traslado a Albany, Nueva York donde fue arrestado por una serie de robos por falta de dinero. Se le condeno a periodo de 5 a 10 años de prisión en Sing Sing Correctional Facility, donde psiquiatras de la prisión lo diagnosticaron como psicópata. Sin embargo fue un preso modelo y se le concedió la libertad anticipada en 1951.

Tras salir de la cárcel se mudo a Los Ángeles donde montó un taller de reparación de televisores. Continuó con su afición a la fotografía, acumulando fotos, en la cárcel había descubierto las revistas pornográficas y soñaba con ser fotógrafo de esas modelos, que posaran para él, dóciles, complacientes, a pesar de su fealdad ellas siempre le sonreirían.

El 31 de Julio de 1957 conoció a la que fue su primera víctima, Judith Ann Dull, una chica que deseaba ser una modelo importante, aunque para ello tuviera que ceder en algunos aspectos. Glatman la engañó, argumentando que trabajaba para una importante revista, que la quería fotografiar y sería su salto a la fama.

Glatman la convenció de ir a su casa con el pretexto de que tenia problemas técnicos en el supuesto estudio fotográfico donde se llevaría acabo la sesión. Judith accedió, no le pareció peligroso, pues era muy amable y considerado con ella. Glatman le dijo que para que las fotografías fueran más comerciales deberían ser provocativas y que si ella no mostraba inconvenientes había pensado en realizar una sesión simulando que estaba atada de pies y manos. De este modo consiguió inmovilizarla, levantó ligeramente su jersey y falda y comenzó la sesión, le pidió que mirara con provocación a la cámara, ella obedecía a todas sus peticiones. Pero Glatman quiso llegar más lejos y la violo en dos ocasiones.

Si la chica lo denunciaba, con sus antecedentes penales seria su fin. A punta de pistola (esta vez con una pistola real) la condujo hacía su coche y tomaron dirección al desierto, se adentraron 200 kilómetros, allí en este solitario paraje, la volvió a violar y de nueva cuenta le tomo fotografías mientra ella pedía clemencia. Le decía que no le iba a denunciar si la dejaba con vida. La estranguló. Cuando hubo terminado se puso de rodillas ante el cuerpo y llorando le pidió perdón.

Estuvo arrepentido por varios meses, pero cuando reveló el carrete de Judith se enamoró de esa imagen y saboreó la dulce sensación de tener poder. Amplio las fotografías y las colgó por todo su departamento.

Llegó el año 1958 y decidió preparar un nuevo asesinato, para ello se inscribió en un club de solteros, dio un nombre falso y contactó con una joven de 24 años llamada Shirley Ann Bridgeford, se cito con ella el 8 de Marzo de 1958, pero Shirley al conocerle quedo asombrada por el rostro de Glatman y entonces él exploto su odio hacia ella, la encañonó con su pistola y la condujo al desierto, allí repitió metódicamente todos las acciones que había realizado con Judith, la violó, la fotografió y la estranguló con una cuerda. Sin embargo, había cambiado con respecto a la primera vez: ahora no había arrepentimiento alguno. Había encontrado su vocación y no quería parar.

Tras su segundo asesinato busco en los contactos del periódico y así conoció a Ruth Mercado, una chica de la cual se enamoró, soñó con cambiar y empezar una nueva vida junto a Ruth. Pero ella como otras lo rechazó, sin dinero no tendría sus atenciones. Una vez más visita al desierto, a pesar de que la amaba, la forzó, fotografió y la asesinó como a las demás.

Retornó a su primer modus operandi y puso anuncios en prensa haciéndose pasar por fotógrafo de modelos. Conoció a Lorraine Vigil, la mujer necesitada de dinero acepto posar desnuda. También la llevó al desierto pero esta vez la chica se revelo y empezaron a pelear, durante este forcejeo Glatman le dispara en una pierna pero ella continuo atacándole hasta que una patrulla de carretera que pasaba en ese instante por la zona, escucho los disparos y detuvo a Glatman.

Glatman confesó sus crímenes a la policía y fue juzgado y sentenciado a muerte. El juicio duró solo tres días y no quiso apelar. Fue ejecutado en la cámara de gas de la prisión de San Quintín el 18 de septiembre de 1959, sus últimas palabras fueron: "Es mejor así, tarde o temprano esto tenía que terminar así".

El caso de Glatman inspiro las películas "El fotógrafo del pánico / Peping Tom", de Michael Powell y "Dragnet". Glatman será recordado entre los asesinos mas conocidos no por sus métodos de muerte o crímenes, básicamente por su patética fealdad.