BAÑO DIARIO

La higiene es un conjunto de técnicas necesarias para controlar los factores que ejercen o pueden ejercer efectos nocivos contra la salud de las personas. Cada individuo está obligado a seguir medidas de higiene personal para mantener aseado su cuerpo y evitar el deterioro del organismo o la posible propagación de infecciones y enfermedades. El baño es de primera importancia, pues involucra al órgano más grande de los seres humanos, la piel. Por eso debe realizarse en forma cotidiana y, de preferencia en la mañana. El baño puede tomarse en regadera o en tina, dependiendo de las instalaciones que se tengan en casa. Lo más recomendable es hacerlo con agua que fluya y enjabonarse una sola vez de manera muy cuidadosa.

CEPILLADO DE LOS DIENTES

Gracias a los dientes nuestra alimentación es más sana, pues son las herramientas que nos ayudan a preparar la comida para una digestión completa y sana. Aunque son muy resistentes, los dientes deben cepillarse después de cada comida, utiliza un cepillo firme y la técnica de cepillado adecuada. El dentista es la persona indicada para enseñarte cómo hacerlo. Enjuagarse la boca con agua después de haber ingerido cualquier alimento con azúcar también es costumbre que ayuda a conservar los dientes más sanos.

HIGIENE EN LA COMIDA

Los alimentos deben lavarse correctamente antes de consumirlos, sobre todo los que se comen crudos como las verduras y hortalizas, pues por lo común se recogen del piso. Deben remojarse en agua con algún desinfectante que garantice la eliminación de virus y bacterias. De otra manera, los alimentos contaminados pueden originar desde padecimientos estomacales, hasta el contagio de enfermedades como salmonelosis, cólera o tifoidea.

LAVADO DE TRASTOS

Los residuos de muchos alimentos que consumimos, se descomponen cunado quedan expuestos, y generan bacterias que pueden ser dañinas para los seres humanos. Cuando se quedan por mucho tiempo los residuos de estos alimentos en los trastos que se utilizan para cocinar la comida o servirla, puede acarrear enfermedades gastrointestinales. Esto se evita lavando a conciencia los trastos con detergentes. Es importante utilizar los que son biodegradables, pues así se contamina una menor cantidad de agua.

LAVADO DE LA ROPA

Al entrar en contacto con la piel, la ropa suele recoger y conservar algunos microorganismos como bacterias y ácaros, que se desarrollan en las partes más cálidas del cuerpo humano como en las axilas, la entrepierna y, mayormente, los pies, porque éstos se encierran en el calzado. Por eso es que resulta necesario lavar cada prenda después de usarla, en especial la ropa interior, que debe cambiarse diariamente.

ASEO DE LAS MASCOTAS

Con mucha frecuencia, las mascotas tienen contactos insalubres, sobre todo con las patas y el hocico, que no representan ningún riesgo para ellas, pero sí para los seres humanos. Por ello es necesario lavarse las manos después de haberlos acariciado o haber jugado con ellos. También es muy importante vacunarlos, especialmente contra la rabia, y bañarlos ya sea en algún establecimiento para mascotas, o en casa, con los implementos adecuados.

LIMPIEZA DEL HOGAR

La vivienda es el lugar donde habitamos. Su limpieza es primordial para una convivencia más sana. El polvo es el contaminante más común en el hogar. Se genera por el desgaste de paredes, techo y muebles, además que contiene residuos de piel humana, uñas, cabello, etcétera y puede generar alergias y algunas enfermedades respiratorias. Además de lo anterior, una vivienda descuidada puede generar la proliferación de fauna nociva como moscas, cucarachas, y en casos extremos, roedores. Una limpieza cooperativa es muy recomendable, pues hace más ligero el trabajo y estrecha los lazos.