Las Leyes de Reforma

Se trata de varias leyes promulgadas entre 1855 y 1860. Se reconoce a Benito Juárez como su autor, aunque hubo varias otras personas que participaron en su elaboración, por lo que algunas llevan como nombre el apellido de su autor. Estas leyes eran complemento de la Constitución de 1857 y fueron: Ley Juárez que suprimió los privilegios de los sacerdotes y de los militares; Ley Lerdo, que obligó a las corporaciones civiles y religiosas a vender sus propiedades; Ley Iglesias, que prohibió el cobro de derechos de los servicios de los sacerdotes como bautizos y matrimonios; Ley de la nacionalización de los bienes eclesiásticos, que complementó la Ley Lerdo y estableció que los bienes de la iglesia pasaba a manos del Estado; Ley del matrimonio civil, que estableció el matrimonio como un contrato civil ante el Estado no ante la iglesia; Ley orgánica el registro civil, donde se establece el nacimiento como un contrato civil con el Estado y la muerte como la extinción de ese contrato; Ley de exclaustración de monjas y frailes, que prohibió la existencia de claustros o conventos y decretó la salida inmediata de los frailes y las monjas que vivían ahí, y Ley de libertad de cultos, según la cual cada persona es libre de practicar el culto de su elección, además de que prohibió la realización de ceremonias fuera de las iglesias o templos.

Guerra de Reforma

Se llama así al conflicto armado que duró de diciembre de 1857 hasta enero de 1861, por lo que también se le llamaba Guerra de los Tres Años, fue un enfrentamiento entre los liberales, que estaba a favor de la Constitución de 1857, y se promulgó durante la gestión presidencial de Ignacio Comonfort, y los conservadores, que estaban en contra de ella. El presidente se arrepintió y se unió al Plan de Tacubaya, cuya demanda principal era la derogación de la Constitución recién promulgada. Al sentirse afectada, la iglesia movió a sus representantes que figuraban entre los conservadores para presentar un frente opositor a la Constitución. Esto dio inicio a la guerra, que fue haciéndose cada vez más fuerte. Por su parte, los liberales formaron un gobierno paralelo con Benito Juárez a la cabeza, con cede en Veracruz. La guerra terminó con la victoria de los liberales y la entrada de Juárez a la Ciudad de México quien además promulgó las Leyes de Reforma que indicaban cómo se debía aplicar el mandato constitucional sobre los bienes de la iglesia.

Supresión de Fueros

Desde la época de la Colonia, los sacerdotes y militares gozaban de un privilegio que se llamaba "fuero", que consistía en recibir un trato diferente por parte de las autoridades. En el caso de los clérigos, al momento de ser ordenados recibían tres privilegios: uno ante los creyentes; otro ante la ley, por lo que podrían ser legalmente citados sólo por un juez de la misma iglesia, y uno más, por el cual quedaban exentos de varias responsabilidades civiles como el servicio militar. En el caso de los militares, sólo podían responder ante un tribunal militar por cualquier delito que cometieran. Estos privilegios generaban muchos abusos por parte tanto de los clérigos como de los militares, de modo que al sentir amenazados sus intereses por la Constitución que declaraba a todos los ciudadanos iguales ante la ley, formaron un frente común opositor apoyado por los políticos conservadores, lo que los llevó a enfrentarse con el bando liberar en la Guerra de Reforma.

Exclaustración de Monjas y Frailes

Benito Juárez tomó medidas para restarle poder a la iglesia Católica, pues intervenía demasiado en la política del país. Entre otras, decretó el cese del control que tenía el clero en los cementerios de beneficencia, además de que prohibió a los funcionarios públicos asistir a las fiestas y ceremonias católicas, y que rindieran homenaje a los clérigos a besarles la mano. En 1863, Juárez decretó la desaparición de las comunidades religiosas y la liberación de las monjas y los frailes que vivían en los conventos y monasterios.

Registro Civil

Antes de la promulgación de las Leyes de Reforma, el registro de los nacimientos y matrimonios se realizaban el los libros de las iglesias, por lo que sólo aparecía la firma del sacerdote en el registro. Cuando se trataba del nacimiento de un esclavo o un indígena, el sacerdote se encargaba de asentar su casta o su condición, por lo que la persona era señalada desde el principio de su vida. Cuando se creó el Registro Civil, a todos los nacidos en el territorio mexicano se les dio localidad de ciudadanos, con igualdad de derechos.

Libertad de Cultos

Cuando Benito Juárez decretó las Leyes de Reforma, enfrentó el poder de la iglesia que además tenía el respaldo de todos los sectores fuertes de la sociedad, incluyendo el gobierno civil. En esa época ya había personas que no simpatizaban con la religión católica, pero no lo manifestaban porque estaba prohibido asociarse o reunirse para realizar ceremonias o cultos religiosos diferentes. Cuando se promulgaron las Leyes de Reforma, esos grupos pudieron poner una base legal y reunirse para practicar sus creencias, pues todos los ciudadanos pudieron determinar su identidad religiosa.