Dinosaurios
Piatnitzkysaurus
 

Piatnitzkysaurus "Lagarto de Piatnitzky" es un género representado por una única especie de dinosaurio terópodo megalosáurido que vivió durante el jurásico medio, hace aproximadamente 165 millones de años, en el periodo Calloviano, en lo que es hoy Argentina.

Debe su nombre a un buscador de fósiles llamado así. Medía entre 5 y 6 metros de largo y unos tres de altura, con un peso de unos 275 kilogramos. Hace millones de años, un grupo de saurópodos pastaba junto a un río de América del Sur. El Patagosaurus era un herbívoro de movimientos lentos que dependía de su gran tamaño para defenderse. De pronto, aparece un feroz depredador, este dinosaurio. Los fósiles de ocho adultos y una cría de Patagosaurus junto a los restos de este carnívoro se encontraron en Cerro Cóndor, Argentina.

Es posible que el Piatnitzkysaurus fuera el responsable de la muerte de estos enormes y pesados herbívoros. Se parecía a una versión más pequeña del terrorífico Allosaurus. Aunque su tamaño era la mitad del de este dinosaurio norteamericano, seguía siendo una amenaza para sus vecinos herbívoros. Alcanzaba la longitud de un elefante pequeño y doblaba en altura a una persona adulta.

Se precipitaba sobre su víctima con sus enormes mandíbulas abiertas de par en par. Probablemente sorprendía a su presa con su gran velocidad y le clavaba los agudos dientes en la gruesa piel de la víctima. El impacto debía de ser tremendo. Tenía el cuello grueso y musculoso que le ayudaba a amortiguar el impacto del choque. Aunque grande, su cabeza de 1 metro de largo era bastante ligera. Unos amplios huecos o ventanas en los huesos del cráneo reducían el peso de la cabeza, y el dinosaurio podía moverla de lado a lado fácilmente para observar el horizonte buscando su próxima víctima.

Probablemente corría con bastante rapidez. Sus patas posteriores tenían potentes músculos y su fuerte cola acabada en punta se mantenía alejada del suelo para equilibrarse. Se afianzaba al terreno gracias a tres de las cuatro garras de sus patas posteriores. La cuarta garra no tocaba el suelo. En contraste con estas musculosas patas traseras, las delanteras eran muy pequeñas y terminaban en tres dedos provistos de garras.

Cuando sujetaba a su víctima con sus fuertes mandíbulas, las garras de sus patas desgarraban la carne de la presa hasta que estaba demasiado débil para seguir resistiéndose.