Dinosaurios
Pachyrhinosaurus
 

Pachyrhinosaurus "Lagarto de Moro Macizo" es un género representado por una única especie de dinosaurio ceratopsiano ceratópsido, que vivió a finales del período Cretácico, hace aproximadamente entre 68 y 65 millones de años, en el Maastrichtiano, en lo que hoy es Norteamérica.

Llego a medir alrededor de 5 metros de largo y a pesar 4 toneladas. Sólo se conocen dos cráneos de este dinosaurio con cuernos. Como muchos otros ceratópsidos, su esqueleto de encontró en América del Norte, en rocas de finales del Cretácico. Este dinosaurio rinoceronte disfrutaba pastando entre las plantas bajas, pero podía ser peligroso si lo amenazaba un enemigo.

Las áridas llanuras de Alberta, Canadá, eran muy diferentes cuando vivía este dinosaurio. El terreno estaba cubierto de plantas tropicales que crecían bien en aquel clima húmedo y cálido. Por suerte, había mucha comida disponible. El dinosaurio necesitaba abundantes plantas para vivir. Se alimentaba de las exuberantes plantas bajas con su pico de loro, sin dientes, con el que partía los brotes tiernos. En el interior su mandíbula había varias hileras de dientes muy afilados, con los que cortaba plantas como si tuviera unas tijeras en la boca.

Los expertos dividen los ceratópsidos en dos grupos diferentes; uno tenía una gran placa ósea en el cuello y el otro, que incluye este animal, tenían la placa más corta. El cráneo ocupaba la cuarta parte de la longitud de su cuerpo, y en su región posterior tenía una placa ósea adornada con un borde ondulado. Esta placa ósea la remataban dos pares de cuernos cortos curvados hacia adentro y hacia fuera. Gracias a ella, se distinguía fácilmente a distancia.

Otros dinosaurios de placa ósea corta, como el Centrosaurus y el Triceratops, tenían cuernos en el extremo del hocico, pero este cuerno estaba ausente en su cráneo. En su lugar tenía una protuberancia ósea redondeada en forma de cráter lunar. Los científicos creen que este dinosaurio tenía un cuerno en el hocico, pero probablemente se partió. Lo único que le quedó fue la base irregular del hueso en la parte superior del hocico. Aunque no tenía largos y afilados cuernos como sus parientes, podía usar su cabeza de otra manera.

Los rivales probablemente se desafiaban en pruebas de fuerza, en las que ambos dinosaurios se empujaban con su grueso hocico. El mayor y el más pesado probablemente era el vencedor, y podía aparearse. Si al dinosaurio no le apetecía pelearse, ahuyentaba a los depredadores con su placa ósea. Bajando la cabeza y meneándola de largo a lado, la placa parecía mayor de lo que era. Si este recurso le fallaba, usaba la cabeza para abofetear a su enemigo. Era corpulento y rechoncho.

Caminaba sobre cuatro patas cortas y gruesas y necesitaba un cuello fuerte y musculoso para soportar su pesada cabeza. Las patas terminaban en anchos cascos para distribuir uniformemente el enorme peso. Prefería no luchar, pero cuando decidía plantar cara, pocos animales lograban hacerle retroceder.