Dinosaurios
Eustreptospondylus
 

Eustreptospondylus "Vértebras Bien Curvada" es un género representado por una única especie de dinosaurio terópodo megalosáurido, que que vivió a mediados del período Jurásico, hace aproximadamente 164 y 161 millones, en el Calloviano, en lo que hoy es Europa.

Media una longitud de entre 5 y 7 metros de largo y unos 2 de alto, con un peso estimado de 220 kilogramos. Cuando se descubrió su esqueleto en Wolvercote, cerca de Oxford, Inglaterra, recibió al principio el nombre de Megalosaurus porque tenía muchas características idénticas a este otro carnívoro bípedo. Pero cuando un experto examinó el esqueleto más atentamente, decidió que no era un Megalosaurus y le asignó su nombre actual.

Vivió en el clima cálido y húmedo del período Jurásico. La vegetación era exuberante, con muchos helechos y los árboles más altos que han existido. El paisaje estaba recubierto de selvas; era un época perfecta para un herbívoro, y centenares de especies de dinosaurios lo aprovecharon. Esto significa que los carnívoros como éste nunca pasaban hambre; mientras los pacíficos herbívoros pastaban entre las plantas y helechos, el carnívoro acechaba para salir de su escondite y saltar sobre ellos a la menor oportunidad.

Aunque se parecía al Megalosaurus en algunas cosas, era más pequeño y ligero. Ambos caminaban sobre sus musculosas patas traseras, que les daban gran potencia y velocidad. Tenía el cuerpo delgado para su tamaño, lo que le hacía más ligero que otros parientes suyos. Sus enormes patas traseras tenían grandes dedos con garras que le proporcionaban una superficie mayor para soportar su peso. Tenía la cola larga y aplanada por los lados. La mantenía rígida y horizontal para equilibrar el resto del cuerpo cuando corría o al saltar sobre su confiada víctima. La estrecha cola era aerodinámica para no frenar al dinosaurio cuando se abalanzaba sobre sus presa. Tenía las patas delanteras muy cortas y débiles en comparación con las traseras, muy musculosas. Estaban situadas casi junto al cuello.

Cuando perseguía a su presa, probablemente llevaba las patas delanteras encogidas, como un canguro. Aunque las patas delanteras eran pequeñas, estaban provistas de afiladas garras curvas que podían ser armas muy peligrosas cuando el dinosaurio salía de caza. Eran como garfios que sujetaban a la presa o desgarraban su carne irremediablemente. Algunos dinosaurios carnívoros, como éste, no tenían dientes trituradores para masticar, sino afilados dientes de carnicero. Tragaban grandes trozos de carne sin masticarla, pero no por ello se les indigestaba; de hecho, para estos dinosaurios era muy fácil digerir un almuerzo.

Al igual de el Allosaurus, tenía el cuello grueso y en forma de S. Su fuerza y flexibilidad representaban una gran ventaja para este carnívoro de cabeza grande. Cuando cerraba sus largas mandíbulas sobre su presa, agitaba al cabeza y tiraba hasta desgarrar la carne de su víctima. Con sus dientes curvos y afilados como cuchillos de carnicero, daba cuenta de su presa tragándosela a grandes bocados.