Dinosaurios
Edmontosaurus
 

Edmontosaurus "Lagarto de Edmonton" es un género de dinosaurios ornitópodos hadrosáuridos, que vivieron finales del período Cretácico, hace aproximadamente 71 y 65 millones de años, en el Maastrichtiano, en lo que hoy es Norteamérica.

Su nombre es debido a que fue descubierto en Edmonton, por Lambe en 1917. Este dinosaurio más largo que la red de una pista de tenis, llego a medir alrededor de 13 metros de largo y a pesar 4 toneladas. Se pasaba la vida pastando entre matorrales subtropicales y helechos primitivos. Sus restos se han encontrado dentro del Círculo Ártico, por lo que también pudo vivir en un clima más frío. Tenía que ingerir gran cantidad de alimentos, por lo que no se contentaba con un simple aperitivo.

Utilizaba su ancho pico sin dientes como una pala para recoger grandes cantidades de follaje. Estos enormes bocados satisfacían su voraz aperitivo. Las vigorosas mandíbulas contenían cerca de 1,000 dientes, dispuestos en hileras formando una superficie trituradora. Cuando los dientes se desgastaban, crecían otros en su lugar. Cuando tenía la boca llena de comida, el dinosaurio accionaba los potentes músculos de las mandíbulas para cortas los brotes y ramas más duros. Los expertos han demostrado que este dinosaurio podía comer plantas leñosas.

Algunos de los dinosaurios provistos de esas bacterias de dientes, seguramente podía almacenar alimento sobrante en las mejillas y los maxilares, como hacen actuales hámsters. Si dejas salir el aire de un globo, puedes controlar su sonido tensando la boquilla para ensancharla o estrecharla. Quizá tuviera un pliegue de piel sobre el hocico que se hinchaba son aire, como un globo. Al expulsar el aire, rebotaba en los huesos nasales y producía un fuerte ruido. Otros dinosaurios podrían oírlo a gran distancia y reconocer la llamada especial del dinosaurio. Quizá usara para algo más su pliegue nasal hinchable. Pudo tratarse de una especie de señal de advertencia para otros machos de su grupo.

Los machos de elefante marino actual inflan su enorme trompa de una manera similar para ahuyentar a cualquier rival que ose interrumpir en su territorio. Entre numerosos fósiles, los expertos han encontrado rastros impresos de la piel. Su superficie escamosa era perfecta para los climas cálidos, ya que no perdía agua ni se secaba bajo el calor del sol. Vivía casi siempre es tierra firme, avanzando a grandes zancadas sobre sus dos musculosas patas traseras, fuertes como columnas para soportar su enorme cuerpo.

En estas patas tenía tres dedos para repartir el peso, provistos de garras parecidos a pequeños cascos. Este dinosaurio no tenía brazos, sino patas delanteras. Sus dedos anteriores terminaban en pezuñas, lo que le permitía andar a cuatro patas. Los expertos creen que sabía nadar, y esto quizá le salvara la vida. Sus patas delanteras eran como remos, y su larga y ancha cola le resultaba muy útil para impulsarse en el agua.