Dinosaurios
Cetiosaurus
 

Cetiosaurus (Rreptil Ballena" es un género de dinosaurios saurópodos cetiosáuridos que vivieron a mediados del período Jurásico , hace aproximadamente 172 millones de años, en el Bajociano, en lo que es hoy Europa y África.

Se estima que media alrededor de 15 a 18 metros largo, 8 metros de alto y a pesar alrededor de 25 toneladas, pero su pequeña cabeza y sus débiles dientes no le permitían masticar tanta vegetación en un solo día. Los científicos pensaban que los saurópodos comían blandas plantas acuáticas, que apenas hay que masticar.

Pero su largo cuello estaba mejor adaptado para alcanzar las hojas de los árboles más altos. Usaba sus dientes en forma de cuchara para rastrillar las ramas y arrancar las hojas, que tragaba enteras y trituraba en el estómago mediante gastrolitos o piedras estomacales. En el interior de un saco muscular parecido a la molleja de las aves, las piedras convertían la vegetación en una pasta blanda.

Los primeras restos de este dinosaurio, que fue el primer saurópodo que se descubrió, se encontraron en un lugar cercano a Oxford llamado Oxfordshire hace más de 160 años, en 1830, Inglaterra. Se encontraron fragmentos de miembros y huesos de la columna vertebral. El experto Georges Cuvier identificó los fósiles como huesos de ballena. Con esto, toda la gente creyó que esos fósiles tan grandes pertenecían a una ballena. Pero diez años más tarde, en 1841, que se habían descubierto dos ejemplares más, Richard Owen, el hombre que inventó la palabra dinosaurio, sugirió que los fósiles pertenecían a un reptil parecido a una ballena y lo llamó Cetiosaurus. Se llama así por lo que hemos dicho antes. Años más tarde se descubrió otro ejemplar mucho más completo en Ruthland, Inglaterra, cerca de la anterior zona de Oxford. Hoy puede verse en el museo de Leicestershire, también en Inglaterra. Por este hallazgo, en 1869, Thomas Huxley confirmó finalmente que era un dinosaurio que vivía en tierra firme.

En 1979 se encontró un fémur suyo en Marruecos, por lo que no sólo vivió en Inglaterra, casi tan alto como una portería de fútbol. Esto nos da una idea del tamaño que alcanzaba este dinosaurio. En total, nosotros lo conocemos algo más o menos por el lomo, partes de miembros, cuello, algo de la cola y la cabeza. Los pulmones de un saurópodo se habrían aplastado por la presión del agua si se hubiera pasado todo el día sumergido, con sólo las fosas nasales sobresaliendo del agua. Pero probablemente le encantaba chapotear, como a los elefantes actuales. Los rastros de pisadas han demostrado que algunos saurópodos se impulsaban por el agua apoyando las patas delanteras en el fondo y dejando flotar las traseras. La mayoría de los saurópodos tenían huecos en la espina dorsal para aligerar su peso, pero éste era más primitivo y tenía un espinazo macizo, compacto y resistente.

Cuatro patas robustas sostenían su voluminoso cuerpo, que se equilibraba con su largo cuello y con la cola. La impresionante altura de un adulto hacía improbable el ataque de algunos carnívoro hambriento. Pero las crías siempre corrían peligro. Para protegerse, los dinosaurios más jóvenes probablemente viajaban con los mayores. Es posible que se defendiera con su cola de látigo y dando patadas con sus macizas patas provistas de pesadas garras de unos 18 centímetros de largo, que se servirían también como anclas a los depredadores que le acosaban.