Biografías
Coxcoxtli (1281 - 1307)
 

No existen datos cronológicos precisos sobre la vida de este personaje, de acuerdo con la descripción de la Crónica Mexicayotl, Coxcotli o Coxcoc (que significa faisán en náhuatl), rey de Culhuacan fue quien les permitió a los aztecas establecerse en sus tierras, en 1299.

Coxcoxtli se vio envuelto en una guerra con Xochimilco y llamó a los vasallos en su ayuda. Cuando los aztecas llegaron al campo de batalla se precipitaron al ataque y tomaron no menos de treinta prisioneros, a cada uno de los cuales cortaron una oreja con sus cuchillos de obsidiana, antes de enviarlos a la retaguardia.

Después de la lucha, Coxcoc pronunció un discurso alabando el valor de sus fuerzas al tomar tantos prisioneros; pero echó en cara a los aztecas el haber regresado con las manos vacías. Los vasallos esperaron hasta que su señor terminara de hablar y entonces le preguntaron por que a cada prisionero le faltaba una oreja. Ante el asombro de los Culhuas por esta circunstancia extraordinaria, los aztecas abrieron sus bolsas y mostraron las orejas que faltaban, demostrando sin posibilidad de dudas la magnitud de su hazaña.

El prestigio de los aztecas subió tanto que se presentaron ante su Señor, Coxcoc, y le pidieron a su hija para mujer de su jefe, a fin de que pudieran fundar una dinastía. Coxcoc accedió a su petición y los aztecas quedaron tan agradecidos que sacrificaron a la infortunada joven y con su piel cubrieron a un sacerdote, para caracterizar a una diosa de la naturaleza, Toci. Después, con tal carencia de tacto, invitaron al padre a la ceremonia. Este, que esperaba una celebración matrimonial, quedó completamente horrorizado y llamó a sus guerreros para que exterminaran a los aztecas, quienes inmediatamente huyeron al lago para reunirse a sus hermanos que ya estaban establecidos allí. A mediados del siglo XIV había dos comunidades en las islas: Tenochtitlán y Tlatelolco.

Siguen alrededor de la cuenca de México buscando un sitio donde establecerse, hasta que por mandato de su dios (Hutzilopochtli) se quedan en un islote donde la señal de su dios aparece ante ellos: un águila devorando una serpiente sobre un nopal.

Este sitio estaba entre dos islas en medio del Lago Texcoco, ahí se fundaría la Ciudad de Tenochtitlán en el año 1325 después de Cristo.